dimecres, 21 de gener del 2015

VISUALIZACIONES



Este curso, en la escuela, y paralelamente al trabajo socioemocional con el que educamos de forma integral, nos hemos marcado introducir y hacer sesiones de relajación y visualización con todo el alumnado. La finalidad es potenciar la capacidad de los niños de aprender a través de la atención, la concentración y la memorización de los aprendizajes; educar para tomar conciencia del cuerpo y de los sentidos; potenciar la creatividad y la imaginación y aumentar su autoestima personal.

Estudios recientes demuestren cómo, para aprender, ser creativo y sentir bienestar personal, es imprescindible estar relajado y tranquilo. Así, la visualización utiliza la mente calmada para contactar con el inconsciente y con los sentimientos más profundos de cada persona a través de la imaginación. Las imágenes y los mensajes visuales que enviamos a la mente pasan a formar parte consciente de nuestro pensamiento y contribuyen a hacer realidad los comportamientos o actitudes que nos cuestan de superar a la realidad. Joe Dispenza, quién experimentó en sí mismo las posibilidades de la mente para influir sobre el físico, dice: Creamos la realidad con nuestros pensamientos.

Los niños son unos magníficos soñadores y procesan el mundo que les rodea a través de las intuiciones, la experimentación y la imaginación de una forma natural. Es por eso que la técnica de la visualización da tantos bonos resultados con ellos: utilizan la mente calmada para contactar con el inconsciente y con los sentimientos más profundos a través de la imaginación.

Cuando proponemos una visualización a los niños hace falta, en primer lugar, estar muy tranquilo y partir siempre de la misma estructura:


Una parte inicial donde se prepara el cuerpo; la espalda apoyada a la silla o bien estirados sobre una estera en el tierra, las manos reponen sobre las piernas o la barriga si están estirados, tres respiraciones conscientes y profundas (abdominales en tiempos 4-2-4) y el sonido de una campana que invita a cerrar los ojos y a abandonar conscientemente el lugar donde somos para emprender un viaje imaginario a través de las sensaciones, las emociones y la creatividad.
Narración de la visualización.
Una parte final de despido del viaje para volver de nuevo al lugar real.
Se puede hacer un dibujo final de la visualización.Si se trabaja la atención, la relajación y las respiraciones, contribuimos a fomentar la conciencia de los sentimientos, el autoconocimiento, la creatividad y la mejora de las relaciones, promoviendo una formación integral, profunda y potenciadora de equilibrio y bienestar.

Leéis el qué y lo cómo de las visualizaciones que hace realidad con sus hijos Àngela, una madre de la escuela:




Si yo interpreto, por ejemplo, el dolor de cabeza de un hijo mío, como una tristeza por el hecho de no tener suficiente espacio conmigo a solas y, en lugar de darle una medicina, creo una visualización en la que sólo él y yo nos reencontramos en un espacio que le gusta y nos dibujamos uno "te quiero" en la arena o bien creo una estrella que le reconforta el corazón, para que se relaje y le fluyan palabras de amor para aquellos a quien quiere, y el pequeño ve que esto lo calma y le ayuda, quizás en próximas ocasiones, en lugar de tirones de brazo o tener momentos quejosos, estará más abierto a pedir de manera clara estos espacios. A la vez aprenderá también a interpretar sus dolores físicos, a verbalitzar qué siente, a pedir ayuda y consuelo, y aprenderá a autoconsolarse. Las visualizaciones potencian la seguridad emocional de los niños y los ayudan a canalizar miedos, dudas y envidias, facilitando que en un futuro se acepten y se estimen y, por lo tanto, sean estimados también por su entorno. (Àngela Ramón Boixaderas)

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